El maní es un fruto seco alto en proteínas, favorece el crecimiento y desarrollo del cuerpo, aporta vitaminas E, B1, B2, B6, niacina, ácido fólico y minerales como calcio, fosforo, hierro, magnesio, sodio, potasio, niacina y zinc.
Es rico en antioxidantes, beneficia la formación ósea, las funciones cerebrales y digestivas. Por su valor energético y nutritivo combate la depresión, fatiga y debilidad. Regula el azúcar en la sangre, mejora absorción del calcio, inhibe acumulación del colesterol y combate hipertensión arterial.